Una herramientas útil para el desarrollo de una gestión correcta del suministro de productos farmacéuticos, dispositivos médicos y productos sanitarios en los establecimientos de salud a nivel nacional, es la medición y evaluación de su disponibilidad que provee cada establecimiento, a través de un conjunto de indicadores claves.
Cuando en una organización no existen estos tipos de medidores que indiquen a los directivos si van en la dirección correcta o no, las organizaciones tienen que construir sistemas que permitan medir su gestión o verificar si los proyectos se están desarrollando adecuada y oportunamente.
Este tipo de sistemas utilizados como medidores deben entregar información regular sobre la gestión del suministro de los medicamentos, permitiendo una mayor eficiencia en la asignación de recursos físicos, humanos y financieros, proporcionando una base de seguridad y confianza, sustentada en una información de calidad para la toma de decisiones, ayudando a mejorar el acceso a los medicamentos a toda la población cuando la necesiten.
En síntesis, el control de la gestión del suministro de productos farmacéuticos, dispositivos médicos y productos sanitarios integra las acciones encaminadas a mantener su disponibilidad dentro de un cierto margen, actuando sobre los insumos o el medio ambiente en que se desarrolla el proceso, para ellos es necesario que existan o se hayan implementado sistemas de monitoreo y evaluación de la información, así como una serie de indicadores que recojan la realidad de la disponibilidad de los medicamentos.
Con respecto al monitoreo, este se define como la parte del proceso de control de la gestión, dirigido a vigilar la disponibilidad de los medicamentos, medidas implementadas para lograr este objetivo, así como otras actividades realizadas por los establecimientos de salud para mejorar el acceso de medicamentos a la población que los requiera, una vez identificadas las limitaciones operativas y estratégicas que impiden que se cumplan esto de manera óptima.
El monitoreo está orientado a la observación periódica y continua de las actividades priorizadas, determinando si los recursos se están suministrando en las cantidades previstas y en los momentos oportunos, y si su utilización está generando los productos esperados. La identificación de situaciones críticas debe tener como consecuencia la implementación de medidas correctivas.
La evaluación, se define como el conjunto de actividades organizadas y sistemáticas que se realizan para conocer los avances y logros del proceso productivo en relación a los objetivos planteados. El acto de evaluar consiste en la emisión de un juicio de valor, que resulta de la comparación de las características observadas con un patrón de referencia, y del análisis explicativo de las coincidencias y diferencias detectadas en dicha comparación.
La evaluación permite también detectar problemas y obstáculos, hacer modificaciones y evitar errores, de tal manera que se incrementen los resultados positivos, sus resultados permiten tomar decisiones sobre dicho proceso y en consecuencia reforzarlo o desactivarlo.
En todos los casos, es decir, en el monitoreo y la evaluación, es necesario utilizar indicadores para lograr mediciones. La mayor parte de indicadores "clásicos" o aquellos innumerables que se puedan construir, pueden ser adaptados para monitorear, supervisar o evaluar. Su adecuación dependerá del período y de los aspectos que se quiera estudiar.
Los indicadores son relaciones cuantitativas entre dos cantidades o variables susceptibles de ser observadas y medidas, asociadas a eventos determinados y que por sí solos no son relevantes, sino que adquieren importancia cuando se les compara con patrones de referencia o con el mismo tipo de cantidades o variables, correspondientes a períodos anteriores.
Por lo tanto, los indicadores constituyen instrumentos y sus resultados insumos para el análisis e interpretación de los fenómenos relacionados con el quehacer de los servicios de salud para mejorar el acceso de los medicamentos a la población. Son la base objetiva para realizar la evaluación de las actividades de los Servicios/Departamentos de Farmacia, detectar desviaciones de lo esperado y tomar decisiones sobre el tipo de medidas dirigidas no solo al mejoramiento del indicador de disponibilidad, sino al mejoramiento continuo de las actividades realizadas por los Servicio/Departamentos de Farmacia propiciando un mayor acceso de medicamentos a la población de su jurisdicción.
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